contacto

otto.luhrs@gmail.com

jueves, 19 de abril de 2012

¿Es necesario un 2º Puente Paralelo al actual o Estacionamientos Subterráneos en el centro de Valdivia?

Por Otto Lührs, miembro Centro Cultural EnBICIa2

Sé que mucho de esto ya lo dije en una entrada anterior de este blog, sobre el tema "puente"; pero ahora está el asunto de los estacionamientos subterráneos, por lo que reciclo y complemento lo ya dicho.

Dos gigantescos proyectos sobrevuelan amenazadoramente el centro de Valdivia, lo hacen cada vez más bajo, se acerca el momento en que aterrizarán y una vez que lo hagan, se unirán a ese otro monstruo ya instalado, el Casino Dreams, transformando poderosamente y por siempre, el espacio y por tanto los hábitos convivenciales valdivianos: uno es el Puente Paralelo al Valdivia (entre la Isla Teja y el Centro); otro es el de los Estacionamientos Subterráneos.

Toda ciudad se transforma, evoluciona. Es raro, quizás negativo, que una ciudad al 2012 sea igual que en el 1990 o 1740. Lo que no me gusta es cuando “transformación” se considera sólo en cuanto a “crecimiento” o “achicamiento”, pues sé que los cambios de una ciudad no son sólo en cuanto a tamaño o cantidad. Y es que no me satisface el sólo preocuparse de si hay más o menos habitantes, actividad económica o superficie “humanizada” (construida, intervenida) y por tanto, si hay más o menos servicios para satisfacer la creciente demanda, para el caso, de más pistas para que los ciudadanos que usan vehículos motorizados privados, crucen el río o puedan llegar manejando hasta el centro de la ciudad sin (o con menos) dificultades para estacionar. Me falta el componente rumbo, es decir además de preguntarnos el “cómo debe crecer la ciudad”, debemos interrogarnos “hacia dónde debemos crecer”, tener perspectiva pasado– presente-futuro, visión ecológica del desarrollo urbano, no tan sólo económica.

Para el tema puente, el debate se ha centrado en dónde emplazarlo; para el tema estacionamiento subterráneo, en dónde y quién lo construye. Pero, cuándo los ciudadanos tuvimos espacios para opinar, debatir la pregunta lógicamente anterior: ¿es necesario un 2º puente a la Isla Teja o estacionamientos subterráneos? Se actúa desde la autoridad pública, como si todos coincidiéramos en que incrementar el espacio para el uso del automóvil es el rumbo correcto, o bien, se reconocen posturas divergentes pero que por molestas e inconvenientes, se silencian o menosprecian.

Llegado a este punto puedo suponer que algún lector se pregunte, ¿acaso este tipo desconoce la descongestión vehicular en horas punta o periodos vacacionales, estivales? y probablemente decidan que es perder el tiempo seguir leyendo. No le pido que esté de acuerdo conmigo, sólo que se permita ver el problema desde otra perspectiva, y por tanto no abandone esta lectura.

No creo tan complejo de explicar. La congestión vehicular es un síntoma de estado patológico, Valdivia está enferma, tiene fiebre, le duele la cabeza, hay demasiada sangre circulando por vasos capilares muy angostos y algunos se infartan. Más puentes y estacionamientos alivian síntomas, seguro, pero nada más. No resuelven la enfermedad, esta permanece. Pero un enfermo que no padece los síntomas de su mal, entra en un escenario más peligroso que el anterior al “tratamiento”, pues libera los comportamientos patológicos. Un diabético que deja de sentir los malestares de su enfermedad, tendrá chipe libre para vivir sedentariamente e ingerir alimentos dulces. Cuando expiren los efectos del tratamiento temporal, la gravedad de la enfermedad será más compleja que en el estado anterior.

Valdivia padece “autitis”, es decir, una inflamación de su parque automotriz. Y estos proyectos una vez instalados en el centro de nuestra ciudad, serán sólo como un ibuprofeno para un esguince de tobillo.

¿Qué pasará cuando estos “remedios”, al facilitar, y por tanto incentivar, el habitar lejos del radio urbano, incrementen el negocio inmobilario, se llene Punucapa, Cutipay, Cabo Blanco, Curiñanco, el Rebellín, de condominios “para los amantes de la naturaleza” y se eleve el parque automotriz hasta que el futuro sea igual –o peor- al presente? ¿Se hará un 3º, un 4º puente, una carretera concesionada 4 pistas a Pilolcura y Colún? ¿O se cavará más hondo para habilitar más niveles en el estacionamiento subterráneo? Quizás eso sea justamente lo que se busca, pues a nadie se le puede escapar, espero, lo lucrativo que para unos pocos, es esta lógica de “soluciones” a la congestión vehicular.

¿O es que acaso Valdivia está siendo víctima, como otras tantas ciudades, de la colusión del mercado automotriz con el inmobiliario y de obras civiles? Conozco bien el caso del par vial Viana-Alvarez en el centro de Viña del Mar, 3 o 4 pistas por sentido y a los pocos años la congestión era equivalente a la que se sufría antes de la intervención.

Pues el parque Automotriz se comporta como un gas, toma la forma y tamaño del recipiente (calles) que lo contiene; a mayor espacio -y con el polvo royal que significa el “progreso país” y el “feliz” incremento del “poder adquisitivo”-, mayor será la cantidad de autos en nuestras calles.

Sostengo estas consideraciones, en una lógica aritmética, concreta, que así explica Ivan Illich: "40.000 personas que cruzan 1 puente en1 hr, necesitarán 2 vías si utilizan trenes, 4 pistas si viajan en autobús, 12 si lo hacen en automóvil, y menos de 2 si lo hacen en bicicleta". Por esto debemos preguntarnos: ¿Será necesario ensanchar el puente Valdivia, hacer otro?¿Más estacionamientos? ¿O primero debemos bajar la superficie vial utilizada por cada ciudadano y una vez conseguido esto, re-evaluar –no digo descartar- las reales necesidades de intervenir la infraestructura?

Estas reflexiones, las puse por escrito hace un tiempo cuando yo creía que en la humanidad se daban cuatro maneras de comprender el futuro en cuanto al dilema de la escasez:

- QUIENES CREEN EN LOS RECURSOS INFINITOS: energía, minerales, comida, madera, atmósfera, espacio público para los autos, nunca se acabarán, siempre habrán fórmulas tecnológicas para incrementarlas o recuperarlas; la carencia siempre tendrá soluciones técnicas, como por ejemplo el bombardear nubes ante la sequía.

- QUIENES CREEN EN LOS RECURSOS FINITOS: la posibilidad de extraer o multiplicar los recursos tiene un límite, se acaban, y mientras más nos concentramos en fórmulas tecnológicas, más atrofiaremos la capacidad de generar soluciones mediante cambios de comportamientos; la carencia es una mezcla de sensación y realidad, tiene una dimensión ficticia, y por tanto siempre puede tener soluciones pedagógicas (con este grupo me identifico, desde este convencimiento ofrezco mis cuestionamientos).

- QUIENES NO SE INQUIETAN POR SI LOS RECURSOS SON LIMITADOS O ILIMITADOS, menos aún por si la humanidad de verdad necesita determinado nivel de consumo de recursos; lo relevante es si se puede aumentar el consumo, si este aumento es manipulable y qué tan grande es la tajada del beneficio financiero que este juego les vaya a dejar. El conjunto industria minera + mega centrales eléctricas, es un buen caso de esta postura, son minoría, pero muy influyente.

- QUIENES, YA SEA POR IGNORANCIA O INDIFERENCIA, NO CREEN QUE ESTOS ASUNTOS SEAN RELEVANTES, no toman postura, simplemente se dejan llevar; si la despensa tiene comida a fin de mes o la tarjeta de crédito cupo para endeudarse, el resto es secundario. Son los que permiten que los anteriores a pesar de ser minoría, dominen.

También están LOS NADIE, sería paradójico el ignorarlos, son los más vulnerables y silenciosos, su tiempo ya no se mide en mes y sueldo, con suerte viven el día a día, no se dan el lujo de plantearse ante el futuro. No me atrevo a describirlos, pues Eduardo Galeano ya lo ha hecho y no creo poder hacerlo mejor.

Hace unas semanas, participé junto a Clara (otra integrante de EnBICIa2), de una buena conversación con el Seremi de Transporte y Telecomunicaciones de la Región de los Ríos, Iñaki Larraza. Como siempre, nos encontramos en la discrepancia por nuestras visiones en relación al asunto del puente y le expuse que en el fondo, él formaba parte de la humanidad que CREE EN LOS RECURSOS INFINITOS y que nosotros estábamos entre quienes CREEMOS EN LOS RECURSOS FINITOS. Su respuesta me sorprendió, incluso descolocó, y ante ella ahora identifico una quinta manera de plantearse de cara al futuro:

- QUIENES ESTÁN DESESPERANZADOS DE LA HUMANIDAD: están consientes de que los recursos son finitos, algún día se acabarán y entonces padeceremos enormes crisis; ello es inevitable, el espíritu humano es incapaz de desviarse del rumbo hacia el precipicio, pero mientras tanto, lo inteligente es retrasar ese momento, nada más.

Entonces casi todo calza, resulta coherente al menos hasta cierto punto, construir puentes y estacionamientos subterráneos sin ahondar en otras soluciones, pues si la lógica que sostiene la evaluación de problemas y diseño de soluciones es que la humanidad es un enfermo terminal, tiene sentido el pretender sólo aliviar el dolor y llenarnos de analgésicos.

Pero hay un detalle que desentona y me mantiene disconforme. En varias, muchas otras ciudades, europeas, gringas, asiáticas, también latinas, SI han implementado exitosas experiencias que transforman comportamientos, abordan globalmente los problemas, gestionan la demanda de recursos, no tan sólo la oferta, atacan las causas de la enfermedad urbana, no tan sólo los síntomas. Y esto es conocido, para nada secreto. Entonces sólo me queda concluir que la desesperanza ya no es con la humanidad toda, sino con la valdiviana en particular. Entonces ya no sólo me manifiesto disconforme, sino ofendido, insultado, subestimado en nuestra capacidad urbana de proponer, diseñar e implementar conjuntamente, reales soluciones.

Espero que llegado al final de esta lectura, no sienta el lector que ha perdido su tiempo, y además, comprenda por qué no tengo ánimo de debatir sobre la tarifa que tendrá el estacionamiento subterráneo o si la concesión será a 35 años, con la consiguiente privatización del espacio público que eso conlleva, ni menos aún si se hará el 2º puente por sobre el Parque Prochelle, Los Pelúes o Baquedano. Me hace más sentido seguir observando desde la bicicleta la ciudad, a peatones, pasajeros de transporte público y sobre todo a los automovilista, en el afán de descubrir que mueve a cada uno en sus opciones –a veces imposiciones- de vida.

P.D. recibí el sgte comentario a esta entrada, vía facebook:
"No hay que inventar la rueda, ¿a alguien le suena el problema que comentan? ver
http://www.youtube.com/watch?v=LRkXf4iqD9Y&feature=related
La Ciudad Conquistada de Jordi Borja está en la biblioteca de la UACH

AGREGADO JUEVES 6.SEPT.2012:
Complementa lo expuesto, lo que he encontrado de Albert Jacquard, en "Un Mundo Vulnerable", de Jorge Reichman (2005:395):

LA AVENTURA DE LA AMEBA DICTYOSTELIUM DISCOIDEUM
Cuando el medio le aporta alimentación suficiente, cada ameba unicelular, vive y se reproduce por su propia cuenta, en competencia con las otras, pero si este medio es limitado, la expansión de la colonia agota las riquezas. La falta de alimento y de espacio provoca entonces una transformación radical. Las células se reúnen para formar sólo un ser único, luego se diferencian, unas constituyendo la base de ese ser, las otras el equivalente a su cabeza. Si el medio se vuelve más favorable, esta cabeza se abre para difundir esporas que reconvertirán en amebas aisladas. Y el ciclo recomienza.
En un planeta que se pudiera considerar como infinito, inagotable, el espléndido aislamiento de los egoísmos, individuales o colectivos, sería posible. En nuestro planeta cada vez más pequeño, de recursos no renovados, esta actitud es suicida para todos. Nos hace falta, como a la ameba, reunirnos para formar un ser único. Pero, al contrario que la ameba, no tenemos ninguna esperanza de ver un día ensancharse y enriquecerse nuestro medio. Estamos definitivamente condenados a la solidaridad de las células de un mismo ser. No cabe alegrarse de ello ni deplorarlo: hay que sacar consecuencias. (…) Desde mañana, la humanidad debe ser diferente de lo que era ayer, del mismo modo que el hombre adulto se diferencia del niño.”

4 comentarios:

Diego González Carvallo dijo...

Otto

Como la frese:
Pienso, Luego existo.
Pedaleo, Luego entiendo.

Si las personas ideando estas soluciones no pedalean, dificil que las entiendan.

En mi opinion, veo lo del estacionamiento subterraneos como una solución a favor de los ciclistas y el mundo en general.

Si hacemos un estacionamiento subterraneo, para enterrar a todos los autos. Dejamos libres las calles (donde ahora se estacionan) para convertirlas en ciclo vias.

Ceden el espacio y el costo lo pagan los automovilistas. (des-incentivo al uso del Automovil)

Osea; en el lugar donde hoy se estacionan (calle) obstruyendo las vias de circulación y agravando el problema,instalamos ciclovias, que hacen todo lo contrario.

Sumado a esto haria un estacionamiento subterraneo en el sitio eriazo donde esta el MAC y lo conectaria con un puente peatonal al estacionamiento del otro lado.

De esa manera el que viene a la universidad se estaciona al otro lado y camina por el puente peatonal a la universidad.
Y el que va al centro, se estaciona en el estacionamiento subtrerraneo del MAC y cruza caminando al centro.

Con esto eliminamos todo el transito a la universidad y el del colegio aleman ida y vuelta.

Sobraria tanto espacio que da para una ciclo via. Y los estudiantes en la veredas tendrian su propio puente peatonal.

La micro no tiene que cruzar el puente ida y vuelta porque recogerian a los estudiantes a la salida del estacionamiento.

(Hagamoslo facil para el que no quiera caminar tanto y pongamos un tren electrico de acercamiento por el campus)

La universidad tendria mas espacio para construir edificios y salas de clase en vez de estacionamiento.
(que no rentan nada a la universidad)

La venta del espacio para un estacionamiento subterraneo en el MAC, podrian financiar la construcción de MAC y varios otros edificios.

Cuenta conmigo para llevar a cabo estos sueños.

un abrazo Diego Go!

Otto Luhrs dijo...

Hola Diego, tengo pequeños desacuerdos y grandes acuerdos con lo que comentas, por ejemplo, a la lógica de los puente para motorizados al que se le adosan vías no motorizadas, tu ofreces la posibilidad de romper la unidad de en infraestructura y pensar en puentes sólo para no motorizados, y es lo aplaudo, ojalá sumemos fuerzas para levantar conceptualmente los puentes no motorizados. Pero sobre todo coincidimos en una abertura creativa a posible soluciones, ofreces miradas renovadas que invitan a debatir.

Anónimo dijo...

que se dejen de entregar licencias de conducir a destajo, y creditos de consumo al tercer mes de trabajo,

eso es todo.

Anónimo dijo...

que se dejen de entregar licencias de conducir a destajo a cuanto merengano las pide, que las quiten cuando es obvio el no merecerlas, y que se dejen de dar creditos de consumo o automotrices al tercer mes de trabajo.

y seria el eden.