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viernes, 24 de febrero de 2017

DERECHAS, IZQUIERDAS, AUTONOMÍA Y BASES ECOLÓGICAS DE LA VIDA

En el fondo, derechas e izquierda debaten si las personas debemos depender del mercado  o del estado, pero se igualan en asumir que en la vida humana no puede prevalecer la autonomía, si bien no absoluta ni individual si nos asumimos en una realidad esencialmente social, si comunitaria, es decir, mayor relevancia en nuestras vidas de estructuras organizacionales simples y próximas, tales como la familia, grupos de amigos, el club del barrio o la junta de vecino, el almacen, la fruteria, el zapatero, etc. y menor relevancia de estructuras lejanas y complejas, tales como la ONU, FIFA, corporaciones privadas multinacionales, etc. Si bien se diferencian en las respuestas, coinciden en las preguntas iniciales sobre cómo generar y repartir riqueza, enfatizando la libertad (derechas) o la igualdad (izquierdas). Omiten el valor de la fraternidad, que desde una política comunitaria si se fortalece. También coinciden en la omisión fatal –esperanzamos, reversible- de no haber considerado las bases ecológicas de sus diversas maneras de entender, usar y manipular la economía, lo digo pues no sé aún de respuestas sólidas a la pregunta sobre lo que sucederá con las pirámides económicas cuando abejas y mariposas dejen de polinizar o la termodinámica planetaria cambie (procesos ya en desarrollo).

Implícitamente (consciente o inconsciente, lo dejo en la duda sospechosa), derechas e izquierdas coinciden en dominar al ser humano por medio de la atrofia de capacidades y estrategias de vida autónoma, para las derechas es el endeudamiento o consumismo y para las izquierdas el asistencialismo. Hay contracorrientes, que en mayor o menor grado aprenden, comprenden y superan los planteamientos polarizados entre derechas e izquierdas, entre ellas los movimientos ecologistas (ecoaldeas, permacultura, pueblos en transición, sociocracia, dragon dreaming, revalorización y rescate de cosmovisiones originarias afines al buenvivir) e ideológicas teóricas (decrecimiento, economía del bien común, etc.). ¿Están estas contracorrientes pesando en el mundo contemporáneo? ¿Cuáles son sus proyecciones?